Regresar a MAGAZINE
Artículos 

parte 1 | parte 2

English

 

No menos valiosos e importantes son los registros de aguadores, ya que con base en su información se pueden realizar estudios sobre el costo del agua y su dificultad para llevarla a las casas; una reconstrucción del acueducto con sus tomas de agua; además de una investigación histórico–social del gremio de los aguadores que ataviados con su camisa y calzón de manta, huaraches y sombrero y como accesorio distintivo un jarrón negro o su cubo de lata amarrado con un cordel, posan ante el fotógrafo junto a elegantes escenografías y alguno de ellos a lado de su burrito.

 

< Aguador: Pedro Escobar, 1903
Click en la foto para ver registro.

 

Los cargadores lucen ante la cámara del fotógrafo una vestimenta muy similar a la de los aguadores, el único cambio es el instrumento de trabajo, es decir, ellos posan con su mecapal sobre la mesita o silla afrancesada.

También resulta interesante mencionar que si bien el reglamento de cargadores de enero de 1891 y diciembre de 1907, les prohibía en su artículo 11, fracción I y II dirigirse con palabras obscenas y presentarse en estado de ebriedad, lo cierto es que un buen número de ellos tenían apodo y eran castigados y mutilados por trabajar en estado inconveniente.

 

Cargador: Tiburcio Martínez, 1902 >
Click en la foto para ver registro.

 

Por lo que respecta al registro y fotografías de los comerciantes, de todas las series, ésta es la de menor calidad tanto gráfica como de contenido.

El grupo de los choferes, representó un grupo de personas de una mejor posición social, la ropa que portan incluye un pantalón de vestir formal, camisa blanca y su calzado. Su aseo y vocabulario debía ser perfectamente cuidado; además tenían la obligación de traer un reloj para indicarle al pasajero la hora de abordaje y la de desocupar el coche.

Cochero: Carlos Ruiz, 1920
Click en la foto para ver registro.

 

Ironicamente la mayoría de los limpiabotas o “boleritos” aparecen fotografiados sin zapatos, acompañados invariablemente de su instrumento de trabajo: un cajón. Un buen número de ellos de entre diez y dieciséis años. Aunado al caudal de información que nos proporciona cada uno de los registros, también habrá que valorar la caligrafía del funcionario y la destreza del fotógrafo para captar la esencia de cada uno de sus “modelos”.

Limpiabotas: José Coronado, 1917
Click en la foto para ver registro.

 

Las fotografías de finales del siglo XIX y hasta 1930 fueron tomadas de cuerpo completo y permiten apreciar las facciones, la vestimenta y los adornos de utilería. Después de la década de los treinta, la fotografía se vuelve parca, ya que la foto de cuadrito o de óvalo sustituyó a la fotografía de retrato, además de que la caligrafía de los registros perdió su belleza al no respetar el funcionario márgenes, trazo de letras, ortografía y limpieza.

En el número de registro se respetó el que tienen asignado por las autoridades de la época, razón por la cual en ocasiones hay saltos de numeración o bien ésta se combina con letras, cuando no lo tenían se anotó sin número (s/n) y se le dió un número progresivo.

Para concluir, agradecemos a ADABI de México el donativo que nos otorgó, gracias al cual se pudo llevar a cabo este proyecto.

Nora Olivia Sedeño Torres
Directora del Archivo Histórico del Municipio de Oaxaca.


parte 1 | parte 2