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"Cuestionando las Percepciones"

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Nubes © Pedro Meyer, 2004

 

 

 

 

 

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Estábamos a punto de aterrizar en la Ciudad de México, tenía mi cámara digital enfocando hacia la ventanilla, cuando por las bocinas sonó un anuncio grabado ordenando que "todos los aparatos electrónicos fueran apagados". lo cual desde luego, pensé que no incluía a mi cámara, sin embargo, cuando la azafata recorrió el pasillo inspeccionando que todos los pasajeros obedecieran la orden, me indicó que cuando se referían a “todos los aparatos electrónicos”, las cámaras digitales quedaban incluidas.

Debido a la extraviada noción de algún experto burócrata se llegó a la conclusión de que los píxeles depositándose en el chip de memoria de una cámara podían interferir con el equipo de comunicaciones de un avión a punto de aterrizar. Pues bien , no lo hacen.

Tan pronto como la azafata se sentó nuevamente y abrochó su cinturón de seguridad, saqué mi pequeña cámara digital Sony T1 para realizar más tomas aéreas, ya que sabía que mi cámara  no interferiría con las comunicaciones de la nave más de lo que lo haría el reloj digital utilizado por el pasajero sentado a mi lado.

Nos enfrentamos constantemente con cuestiones de percepción o mejor dicho, de percepción equivocada en estos tormentosos y complejos tiempos en que tantas nociones fundamentales de lo que consideramos “verdadero” nunca son cuestionadas realmente y son tomadas como dogmas.

Pedro Meyer en su escritorio en su estudio (planisferio 1) Oscar Guzmán © 2004

En su libro en audio New Physics of Healing (Nueva Física de la Curación) , Deepak Chopra nos habla del cuerpo mecánico cuántico, para comprender lo que realmente es y como los últimos avances científicos determinan una nueva manera de percibir, incluso a nosotros mismos. Comienza por explorar cuestiones sobre la percepción y cómo éstas han determinado e influido el modo de tratar nada menos que a nuestro propio cuerpo. Al encontrarme por primera vez con estas nociones que el Dr. Chopra elabora con gran detalle, me fascinó la extraordinaria similitud con las preocupaciones de los fotógrafos acerca de la fotografía digital y los temas de la representación.

Pedro Meyer en su escritorio en su estudio (planisferio 2) Oscar Guzmán © 2004

Él explica como es que la mecánica de la percepción se ha quedado atrapada en una anticuada visión del mundo que debió irse junto con la física newtoniana. Él se pregunta: ¿Cómo se estructura la percepción en nuestra fisiología? Y explica como hay compromisos que nuestra mente-cuerpo lleva a cabo condicionado por las circunstancias.

Pedro Meyer en su escritorio en su estudio (polar 1) Oscar Guzmán © 2004

Por ejemplo, en la India, una cría de elefante es atada con una débil cuerda a una rama verde durante unas semanas después de su nacimiento y cuando el animal alcanza todo su crecimiento, aunque podría romper la cadena de hierro asegurada a un árbol o hasta arrancar el árbol de raíz, el elefante no escapará aunque solamente esté atado con una cuerda débil a una rama, su cuerpo-mente ha hecho un compromiso con esa prisión y no escapará mientras esa débil cuerda esté atada a su pata.

En la escuela de medicina de Harvard, hace unos veinte años, se realizó un experimento que a la postre llevaría a la obtención del premio Nobel de psicología (1). Un grupo de gatitos fue criado en un medio ambiente que unicamente contenía líneas horizontales, mientras que otro fue criado en uno de líneas verticales. Cuando esos gatitos crecieron y para volverse “viejos experimentados” como graciosamente los nombra Deepak Chopra,  un grupo no podía ver sino un mundo vertical y el otro uno horizontal. Habían perdido la sensibilidad para ver los estímulos verticales u horizontales. Los sensores visuales con los que fueron criados habían determinado su mundo.

Pedro Meyer en su escritorio en su estudio (total 1) Oscar Guzmán © 2004

Hay un gran número de experimentos con todos los datos sobre la mecánica de la percepción que apuntan a un hecho crucial y que lleva a las mismas conclusiones: Nuestro aparato sensorial y nuestras interconexiones neuronales se desarrollan como resultado de nuestra experiencias sensoriales iniciales, y de cómo se nos enseña a interpretarlas. Consecuentemente funcionamos con un sistema nervioso cuya única razón de ser es reforzar aquello a lo que fuimos expuestos y fue primeramente interpretado para nosotros .

Existe un término técnico utilizado por los psicólogos: El “Compromiso Cognitivo Prematuro”. Nos comprometemos a cierta realidad cognitiva. Literalmente, nuestro sistema nervioso está al servicio de una serie de límites conceptuales al reforzar lo que hemos estructurado dentro de nuestra conciencia.

La imagen del mundo resulta no ser su aspecto total, sino únicamente nuestro modo de verlo. Muy literalmente, las formas, colores y texturas de las cosas se manifiestan en función de los receptores que han sido programados de cierta manera.

Las células de los ojos de una abeja, por ejemplo, cuando ven una flor no ven los mismos colores que vemos nosotros, porque carecen del receptor para ello. No obstante, una abeja puede ver el ultravioleta en la distancia y por lo tanto a la miel dentro de ella aunque no pueda ver a la flor.

Un murciélago puede ver a una flor como el eco de un ultrasonido, una serpiente percibirá a la flor como una radiación infrarroja, los ojos de un camaleón verán en dos ejes distintos, que es algo que ni remotamente podemos imaginar.

Así que ¿cuál es la apariencia real del mundo? Se pregunta Deepak Chopra, ¿Cuál es su verdadera textura y forma? Y la respuesta que da es que no existe tal cosa, sólo un número infinito de posibilidades que coexisten al mismo tiempo. Congelamos algunos campos de estas posibilidades infinitas dentro de cierta realidad perceptiva, y que literalmente son el resultado de nuestros “compromisos cognitivos prematuros”.

Sir John Carew Eccles (2), quien también ganó entre otras cosas el premio Nobel por dilucidar la mecánica de la percepción,  declaró que: “No hay colores en el mundo real, ni olores ni texturas, ni sentido, nada de eso, todos están estructurados dentro de nuestra conciencia, todos son elaborados en nuestra conciencia”.

Hoy en día hay un cambio definitivo en el mundo de la tecnología, que lleva al derrocamiento de una superstición que existió dentro de la ciencia por largo tiempo. Esa superstición es el materialismo. Que el mundo está formado por objetos que están separados unos de otros, y que pueden separarse entre ellos mediante el tiempo y el espacio. Todo nuestro sistema de lógica está incrustado en este sistema de materialismo, que hace de la percepción la prueba definitiva de la realidad.

Pedro Meyer en su escritorio en su estudio(vertical 1)
Oscar Guzmán © 2004

Sin embargo, toda nuestra tecnología actual está construida con base en la perspectiva de la mecánica cuántica. Hoy en día todo lo que hacemos, tal como usar el teléfono, ver la televisión, utilizar una computadora o viajar en avión de aquí a allá o mandar un cohete al espacio exterior, todo eso, está basado no en la idea de que el átomo es una entidad sólida sino en la idea de que un átomo es un vacío de energía. A pesar de que estas transformaciones han tenido lugar, permanece la superstición respecto al materialismo.

Si esto no es lo que en realidad es, entonces, ¿Qué es? Todo lo que se ve en la realidad está hecho de átomos, estos átomos están hechos de partículas que se mueven a la velocidad de la luz alrededor de grandes espacios vacíos, y esas partículas a su vez no son materia sino fluctuaciones de energía. Si el cuerpo humano pudiera verse con los ojos de un físico, como realmente es y no a través del artilugio de la percepción sensorial, como en verdad ha sucedido, llegaríamos a la conclusión de que estamos dentro de una gran transformación de nuestra percepción de la realidad.

Es obvio que las palabras de Deepak Chopra resonaron en mí respecto a la representación fotográfica. Mas aún, una feliz coincidencia me trajo una agradable sorpresa al recibir la visita de un amigo en mi estudio, que quería que conociera a alguien que estaba realizando un trabajo muy interesante que pensó que yo debía ver.

Oscar Guzmán quien ha trabajado las dos últimas décadas en ambientes tridimensionales, me mostró su trabajo que, sin quererlo, me conectó directamente con el tema de los receptores múltiples comentado por el Dr. Chopra, sólo que esta vez desde la perspectiva de la fotografía. Nuestro potencial para ver el mundo de maneras tan diversas inmediatamente se volvió aparente. La metáfora de varias formas de receptores de la abeja, el murciélago, la serpiente y el camaleón quizá se volvió demasiado elocuente.

Oscar sacó su cámara y tomó una foto de mí sentado en mi escritorio en mi estudio, y después unió esas mismas imágenes en combinaciones polares muy distintas, que de hecho no se relacionaban en modo alguno con la representación óptica que por siglos fue el único método del punto de vista fotográfico, dando forma visual a las palabras de Deepak Chopra: “¿Cuál es la forma real del mundo? La respuesta es: No hay tal cosa. Sólo un número infinito de posibilidades coexistiendo al mismo tiempo”.

Pude imaginarme perfectamente a mí mismo viajando por el espacio mencionado por el Dr. Chopra, espacio hecho de vacío y no de átomos al moverme entre las nubes, cuando el avión aterrizaba. Una representación muy mágica del tiempo y el espacio con toda esa energía fluctuante a mi alrededor.

Pedro Meyer
Coyoacán, Mexico
September 6, 2004


Por favor lean “Cartografía Visual” de Oscar Guzmán en nuestra sección de Magazine en ZoneZero.

http://zonezero.com/magazine/articles/cartografia/cartografia.html


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Pedro Meyer en su escritorio en su estudio (polar 2) Oscar Guzmán © 2004