¿Y a qué me voy a dedicar ahora?
por Pedro Meyer
Si
hay una cosa que me queda clara, es que todo a mi alrededor
cambia mas rápido de lo que tengo capacidad para
procesar. Esto no siempre fue así. Veamos, de repente
el mundo entero se precipitó al abismo financiero.
Ya no es como lo fue en otras épocas, cuando se
enteraba uno que una crisis económica se desataba
en un país determinado; en un continente, Asia o
América Latina, por ejemplo; o en una zona: la del
euro, ahora le ha tocado al mundo entero. Y todo ocurrió en
un abrir y cerrar de ojos en todo el planeta.
Esto
viene al caso porque hemos llegado a un punto en donde
ya poco nos sorprende, sea esto que la mayor empresa
automovilística del mundo, la General Motors se
declaró en bancarrota, o porque en Irlanda la
Iglesia Católica
se encuentra inmersa en otro escándalo mas de abusos
y explotación sexual, como los que ya ha tenido
a lo ancho y largo del planeta. Otro día nos despertamos
con epidemias, otro con que nuestros ahorros se han perdido
para siempre, debido a fraudes bancarios. Pero no vayan
a creer que los fraudes son locales y de poca monta por
algún charlatán seductor, son nada menos
que originados en el epicentro de la economía mundial:
Wall Street y por muchas de sus principales instituciones.
Si uno de los bancos más grandes del mundo: Citibank,
puede derrumbarse como ha sido el caso con esa institución,
en cuestión de meses, queda bien poco para sorprenderse
de lo que es posible que ocurra, [Para
poner las cosas en perspectiva, en 1995, México
un país
de 100 millones de personas, obtuvo una fianza por 20 billones
de dólares. Mientras tanto, Citibank ha recibido
300 billones de dólares de los contribuyentes de
Estados Unidos, y esto es únicamente para un banco,
y la historia aún no ha terminado. (referencia)], con
lo que otrora eran instituciones entendidas como sólidas
y eternas.
Las
nuevas tecnologías, nos despiertan todos los
días con noticias de cambios cada vez más
acelerados. La industria de la música, del cine,
la prensa impresa, la industria editorial, la televisión
etc. todos sin excepción,
han visto que lo que había sido su forma usual de
operar, ha dejado de serlo. No hay un solo rubro que no
haya visto totalmente cambiada la manera de operar.
Imaginemos
que en medio de este inmenso océano
de incertidumbres, se encuentra ZoneZero, después
de una década y media de existencia. Aparte del
cuestionable mérito
de haber logrado sobrevivir, que por otra parte no es poca
cosa en estos tiempos, cuando a nuestro derredor son literalmente
miles los proyectos que se han puesto en la red y luego
desaparecieron con el paso del tiempo, hemos tenido que
ir cambiando una y otra vez, no solo la forma como se produce
la página (por razones tecnológicas) sino
también,
su estructura y navegación interna. Una cosa había
permanecido constante, y ha sido nuestro slogan "de
lo analógico a lo digital".
Al
hacer una revisión interna con el equipo de
ZoneZero, de lo que hemos logrado en este tiempo, hemos
concluido que esa etapa ya se cumplió con creces.
Pensamos que ZoneZero contribuyó al diálogo y la
discusión, a nivel mundial, de lo que fue la transición
hacia la fotografía digital. La cuestión
entonces es, como el que sale de la adolescencia y tiene
que enfrentarse a la pregunta: y ahora ¿a qué me
voy a dedicar?
Estamos
en el proceso de re-diseño de nuestra página
y para esto quisieramos invitarlos cordialmente a escribirnos
y darnos sus opiniones al respecto. Después de todo,
si ZoneZero es una comunidad, entonces, esa decisión
tiene que venir desde adentro, de lo que pensemos colectivamente.
Compartan sus ideas, sus preocupaciones, sus ilusiones,
en lo que será la búsqueda colectiva por
encontrar nuestra propia voz y nuevo destino, en estos
tiempos turbulentos y caóticos.
Pedro Meyer
Coyoacán, Ciudad de México
Junio de 2009.